Ante un nuevo y flagrante incumplimiento de las promesas realizadas por el Gobierno Nacional referidas al incentivo de la producción del maíz a través del plan "Maíz Plus", anunciado de manera rimbombante por la Presidente Cristina Fernández de Kirchner en diciembre de 2008, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) reitera, una vez más, su repudio a la profunda vocación difamatoria y hostil que ha demostrado el Poder Ejecutivo Nacional en su relación con el sector agropecuario.
Desde que se inició el conflicto entre el Gobierno y las entidades gremiales del sector rural, la ciudadanía ha asistido a un sinnúmero de maniobras políticas cuyo único propósito consistió en desprestigiar al campo y justificar la aplicación de un impuesto que es anticonstitucional, antifederal, además de altamente regresivo, como lo son las retenciones.
Uno de los ejemplos más destacados de este accionar de la administración Kirchnerista fue el plan "maíz plus", un programa que se presentó ante la opinión pública como la solución de todos los problemas del sector, como proclama de una clara convicción productivista de este Gobierno. NADA MÁS FALSO.
En un comunicado emitido el día cuatro de diciembre de 2008, CARBAP denunciaba que de poco serviría la reducción (sumamente limitada y de muy dudosa aplicación) en las retenciones a las exportaciones del maíz, una vez alcanzado cierto piso de producción, si el Gobierno no terminaba con "la destructiva intervención de los mercados" que se impulsaba desde la ONCCA y desde la Secretaría de Comercio Interior.
Dos años después la realidad es innegable, y los mismos funcionarios del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación han reconocido públicamente la inaplicabilidad del plan "maíz plus" frente al aumento de producción registrado en este último año -casi ocho millones de toneladas-, producto exclusivo del buen clima, esto también dicho por los mismos funcionarios. La inaplicabilidad de dicho plan radica principalmente en las dificultades que presenta la segmentación entre productores de diferente escala.
Desde CARBAP hemos remarcado en innumerables oportunidades, y lo seguiremos haciendo, el perjuicio que este tipo de planes representa para el productor. En primer lugar, porque generalmente no tienen como objetivo verdadero promocionar la producción sino generar distracciones y meros anuncios retóricos para influir sobre la opinión pública. En segundo lugar, porque este tipo de intervención en los mercados ha demostrado ser contraproducente para todos los productores. Volvemos a insistir que sin mercados transparentes, sin reglas de juego claras y a largo plazo y sin aliento a la inversión para que los productores más chicos puedan ganar en escala para competir en condiciones aceptables, las políticas para el campo estarán inexorablemente destinadas al fracaso o lo que es peor, al perjuicio de los productores.
Parafraseando a la Presidente de la Nación en su alocución del día de est martes 19 en la ciudad bonaerense de Mercedes, diríamos "Productores, no seamos mas giles, por favor, no seamos más tontos, no dejemos que nos envenenen y que nos mientan".
Informe de Juan Carlos Bustos - Periodista agropecuario.