Se decretó la emergencia hídrica con castigos para aquellos que vuelcan agua para regar, lavar veredas, autos, cargar piletas, con multas similares a la colocación del medidor de agua corriente a cargo del vecino por un costo de $ 670, más el valor de los módulos correspondientes según indica la Ley 1428 del Código de Faltas. La intendente Estela Lennon abrió la conferencia de prensa afirmando que esto es para sembrar conciencia entre los vecinos para colaborar en el gasto innecesario de agua, pensando en aquellos barrios donde no hay presión habitualmente. David Deglise confirmó que se cuenta con 12 perforaciones que operan normalmente, aunque sostuvo que este año se incrementó el consumo entre 20 y 30%. Se refirió además al nuevo acueducto desde el pozo instalado en el Parque Criollo, que aumentará la posibilidad de contar con agua en un 30 a 40%, y que se espera está funcionando para marzo o abril del año entrante.
