En principio es importante argumentar el título ya mi intención como la del resto de los arequeros es poder tener un hospital en el que mínimamente atienda un médico sea la hora que sea. Es por eso que hablaré en primera persona y contaré aquello que me lleva a sentir el título.El domingo entre la 1 y 2 de la madrugada, ingreso con mi hija menor (4 años) a la guardia con una reacción alérgica. Mostraba brotes en las piernas. Al llegar, me recibe en la administración el camillero con lo cual doy por hecho que no estaba la administrativa correspondiente. Enseguida me hace ingresar a la guardia de adultos porque en pediatría no había médico. Una vez allí, un ambulancista me atiende lo cual ya comenzó a inquietarme. Llama a la enfermera a quien le comenta el caso. En ese momento pido un médico y me dicen que no hay pero que podían llamar al Dr. Vigil y me negué. Mientras tanto la enfermera comienza con la mejor intención (al igual que el resto de los trabajadores) a revisar las piernas de mi hija y allí reaccionó incorrectamente, levantando la voz y pidiendo un médico. Pero insistían que no había y que si era necesario llamarían a otro médico de adultos que a pesar de mis gritos y molestia nunca apareció. Ellos, claramente, estaban solos.Ahora bien, cuál es el organigrama que la Secretaría de Salud dice tener: dos médicos de guardia general por si alguno de ellos debe salir por un traslado, un médico de guardia pediátrica que por los que se sabe nunca hay y un médico de Terapia Intensiva que en caso de no estar ninguno de los otros dos profesionales debe atender la guardia general.Necesito saber por qué se le carga la responsabilidad a un camillero, a un ambulancista y a una enfermera de tener que atender a un paciente y contener a un madre asustada? y por qué permitir que la falta de respuestas que lógicamente tienen los exponga a que una madre reaccione mal y les hable mal cuando en realidad son el alma del centro de salud y sin ellos sería imposible continuar.No es la primera vez que esto ocurre ni a mi ni a tantos. Basta!Quiero un hospital con el que contar y esa fue la promesa.
