El Círculo Cultural Mariano Moreno fue el lugar donde se concentró un grán número de asistentes a la presentación de Tangos en Concierto 18 con Antonio Lozano en piano. Como cada presentación de Antonio muchos amantes del dos por cuatro se dan cita en este lugar, donde la velada se divide en dos partes, la primera con la ejecución de tangos para escuchar entre los que se resaltan No me pregunten por qué; Me gusta un tango así, 15 la niña bonita, para negros solamente, la casita blanca, del maestro Selvetti en un homenaje recordación al mestro y sus alumnos; destacando que uno de ellos, el que debutara aún en su época de pantalones cortos, ("Tito" Perez), que se sumó al maestro Lozano para ejecutar con el mayor profesionalismo el violín, en este último tango de la primera parte, quedándose también durante la segunda parte de la velada con tangos para bailar, los que comenzaron con Adios muchachos, pasando por El aeroplano, La puñalada, Y todavía te quiero y ovbviamente La cumparsita. Una noche con el calor propio de los amantes de la música ciudadana, que como dijo Antonio Lozano, no morirá jamás, El Tango es nuestra idiosincracia, el tango es nuestro idioma en el mundo. Ahora apagadas las luces del concierto 18, ya se comienza a pensar en un nuevo encuentro que llevará el número 19 y será dentro de muy pocos meses.CULTURA: ANTONIO LOZANO EN EL CIRCULO CULTURAL MARIANO MORENO
El Círculo Cultural Mariano Moreno fue el lugar donde se concentró un grán número de asistentes a la presentación de Tangos en Concierto 18 con Antonio Lozano en piano. Como cada presentación de Antonio muchos amantes del dos por cuatro se dan cita en este lugar, donde la velada se divide en dos partes, la primera con la ejecución de tangos para escuchar entre los que se resaltan No me pregunten por qué; Me gusta un tango así, 15 la niña bonita, para negros solamente, la casita blanca, del maestro Selvetti en un homenaje recordación al mestro y sus alumnos; destacando que uno de ellos, el que debutara aún en su época de pantalones cortos, ("Tito" Perez), que se sumó al maestro Lozano para ejecutar con el mayor profesionalismo el violín, en este último tango de la primera parte, quedándose también durante la segunda parte de la velada con tangos para bailar, los que comenzaron con Adios muchachos, pasando por El aeroplano, La puñalada, Y todavía te quiero y ovbviamente La cumparsita. Una noche con el calor propio de los amantes de la música ciudadana, que como dijo Antonio Lozano, no morirá jamás, El Tango es nuestra idiosincracia, el tango es nuestro idioma en el mundo. Ahora apagadas las luces del concierto 18, ya se comienza a pensar en un nuevo encuentro que llevará el número 19 y será dentro de muy pocos meses.
